18 enero, 2025, Sáb

Contra el capital, libertad sexual

En el mes de junio se conmemora el mes de la diversidad, pero este año también conmemoramos el 50 aniversario de la revuelta de Stonewall, una revuelta que dio paso a lo que hoy conocemos por día del orgullo y que no podemos olvidar su carácter rebelde y desobediente.

Personas de diversas sexualidades, géneros e identidades reivindicamos nuestra mera existencia. En concreto, el día 28 de junio, conocido internacionalmente como el día del orgullo LGTBI+, para conmemorar que:
La mañana del 28 de junio de 1969 se produjo en Stonewall (EEUU) una redada policial, bastante usual en los locales que acogían abiertamente al público homosexual. Lo que era inusual es que la multitud se revelara. Así comenzaron los disturbios de Stonewall, que unió, en las calles, las luchas de clase, género y sexualidad.

Nos sorprende que cincuenta años después de los disturbios, del ¡basta ya!, de las personas del colectivo LGTBI+, no estemos seguras en las calles, aulas, espacios laborales o protegidas por la sanidad, no podemos vernos seguras tampoco frente al auge de la extrema derecha y su discurso homófobo cargado de odio hacia nuestro colectivo.

De ello la necesidad de recuperar la historia de la revuelta y seguir reivindicando el 28 de junio, un orgullo crítico, desobediente y combativo.
En el estado español, estuvo vigente hasta 1995 la Ley sobre peligrosidad y rehabilitación social, que venía a sustituir principalmente la Ley de vagos y maleantes, herramienta represiva homosexual, aunque fue en 1979 cuando se eliminaron varios artículos de la ley referentes a “los actos de homosexualidad” y no fue hasta julio de 2005 cuando se legalizó el matrimonio entre personas del mismo sexo.

En 2018 tras décadas de lucha, al fin la OMS aprobó la despatologización de la transexualidad, erradicándola de la lista de la Clasificación Internacional de Enfermedades.

En 2019 queremos establecer, por fin, las diferencias existentes entre lo que es el sexo, el género, la sexualidad, la identidad: lo primero se refiere a los genitales, el segundo a la construcción social impuesta a través de la que se adoptan roles de género. La sexualidad acoge las prácticas y comportamientos afectivo-sexuales; la identidad son las características y circunstancias que dejan ser a una persona o colectivo.

No queremos un Cuenca World Pride. No queremos que se capitalicen nuestras identidades, que se venda nuestra sexualidad, que se medicalicen nuestros géneros, nos negamos a que, de nuestra lucha, las élites del capital hagan su negocio, dejando de lado nuestras reivindicaciones y mirando únicamente por el nivel de rentabilidad económica que puedan obtener con dicho colectivo. Exigimos que, tal y como prometió el gobierno regional hace 4 años, se apruebe una Ley de derechos lgtbi+ que ayude a proteger y dar visibilidad al colectivo, que esté dotada de presupuesto real y efectivo y no sea solo una mera propuesta electoral y un lavado de imagen del gobierno regional.

50 años después, seguimos luchando por un orgullo real, por un orgullo ltgb+, pero sin olvidar a que clase social pertenecemos, sin olvidar que las personas blancas, independientemente de nuestra sexualidad, tenemos ciertos privilegios, que personas racializadas no tienen y que debemos defender, porque el orgullo lgtb+ debe de revindicar los derechos de dicho colectivo, pero también los derechos sociales, laborales y democráticos, son tiempos duros, pero son tiempos de dar batalla a la extrema derecha y la iglesia católica en las instituciones, pero también en las calles, centros de estudio, de trabajo…

Porque nos negamos a la mercantilización de nuestra lucha, derechos y libertades

¡CONTRA EL CAPITAL, LIBERTAD SEXUAL!

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